CONSTELACIONES FAMILIARES

 

Antes de nacer, cada uno de nosotros ya se encuentra en un tejido de vínculos, que le une con todos los miembros de su familia y a partir de ahí a cada uno de los sistemas a los que va relacionándose y que al mismo tiempo estos están relacionados y entrelazados, con otros sistemas.
Las constelaciones sistémicas familiares, ordenan, reestructuran y reparan, dando impulso a aquello que se ha cristalizado en el sistema del cliente.  Lo holístico, incluye a la familia, al entorno relevante. Las constelaciones nos dan una nueva imagen, sacan a la luz las dinámicas, las identificaciones y/o vinculaciones que no vemos, que a menudo no detectamos conscientemente y que están actuando en el trasfondo familiar, transgeneracional y por ende en nuestro contexto cotidiano, en nuestra manera de relacionarnos con la pareja, con los hijos, con el trabajo, con el entorno, con lo material, y en definitiva con nosotros mismos.

Antes de nacer, cada uno de nosotros ya se encuentra en un tejido de vínculos, que le une con todos los miembros de su familia y a partir de ahí a cada uno de los sistemas a los que va relacionándose y que al mismo tiempo estos están relacionados y entrelazados, con otros sistemas. Esta influencia nos acompaña queramos o no y normalmente de forma inconsciente.  Esta conciencia colectiva, vela por el orden, un orden muy sutil pero sanador, que busca la armonía desde el amor, se encarga del vínculo del sistema ( parte del orden es que todos los individuos del sistema tengan derecho de pertenencia, aunque hayan fallecido en la gestación, aunque hayan huido, sean mal vistos, “vergonzosos”, vetados de la familia, etc. …, de la compensación y equilibrio  entre el dar y el tomar. Entre iguales (entre parejas, entre amigos, entre compañeros de trabajo…) debe haber un equilibrio, entre lo que se da y lo que se toma, dependiendo del tipo de relación el intercambio puede ser a más corto o a medio plazo, la moneda de cambio no tiene que ser la misma. La excepción, de padres a hijos en sentido descendente de padres a hijos, los mayores dan, los padres dan y los hijos reciben y estos darán a los que siguen, y por último, de todo lo referente al “destino” y al orden (el primero o los primeros en llegar a un sistema tienen preferencia. Excepto en los sistemas de nuevas familias creadas por uno mismo, es decir la familia que tu creas, la última tiene preferencia sobre la anterior, sobre la familia de origen, padres y hermanos). Todo con variantes, salvedades y algunas excepciones.

Un sistema, esta formado por partes que están interrelacionadas, cada una cumple una misión para otra. Se trata de un conjunto de “elementos” en interacción dinámica, que relacionados entre si, contribuyen a un determinado objetivo. Para comprenderlo, hay que ver el todo y no sólo una parte.

Estamos inmersos en un sinfín de sistemas, empezando por nuestro cuerpo con sus órganos, su sangre, el sistema nervioso… cada organización forma un sistema, cada familia, cada colectivo, cada empresa, cada grupo de personas reunidas, etc.

Las Constelaciones familiares, hacen visibles las dinámicas que habitan en un sistema, ya sea familiar, personal, profesional, en relación con ciertas temáticas,… a veces vienen ya de varias generaciones anteriores, y las constelaciones al localizarlas, abren camino hacia posibles soluciones a los conflictos planteados.

Facilita que uno visite nuevos lugares que permiten puntos de vista diferentes. De este modo, uno amplia sus horizontes y en consecuencia su comprensión. Dejando atrás las viejas y arraigadas explicaciones de porque la vida es como parece y el porqué, uno vive lo que vive. 

Los sistemas, buscan un equilibrio entre dos fuerzas opuestas: la estabilidad y el crecimiento. Ambas contribuyen a su permanencia y son necesarias. No podemos estar cambiando todo en nuestra vida cada día, no lo soportaríamos, pero si nunca cambiamos nada porque me gusta en el momento en el que estoy, o por miedo por ejemplo, acabamos fosilizándonos.  Si en una familia ningún hijo diera el paso de formar una nueva familia y tener sus propios hijos por ejemplo, el sistema familiar se acabaría en esa generación. Estamos inmersos en un baile de fuerzas opuestas, un baile dinámico, nada estático y cada día buscamos de nuevo nuestro equilibrio en este baile de la vida.

Las personas que asisten al taller, pueden ser elegidos para representar personas o estructuras abstractas como pueden ser síntomas, una parte de uno mismo, etc… que pertenecen al sistema del cliente que este constelando. Estos (los representantes), empiezan a sentir como las personas a las que están representando aunque no las conozcan ni tengan información alguna de los mismos. ( Esta parte es la que más extraña cuando no se ha visto una constelación antes, de la misma manera que cuando se inventó el teléfono por ejemplo, no se entendía como a través de un teléfono/ aparato podías escuchar a una persona que estaba a 1.000km de distancia, que unas ondas que no veían, transmitían señales que después el teléfono descifra y escuchaban a quien estaba llamando al otro lado del cable, y ahora no nos extraña, pues bien, la información está en lo que la física quántica llama los campos mórficos, dónde la transmisión de información entre organismos en posible sin mediar efectos espaciales y guardan su memoria colectiva). 

El terapeuta facilitador, acompaña al cliente ante esa realidad que se despliega ante él, para exteriorizar la imagen interna que el cliente tiene del sistema que se trate en cuestión, y de este modo hacer visibles las relaciones dentro de la misma y la dinámica del problema o de lo que deseamos entender. Mediante la expresión corporal y emocional de los representantes, se guiará la constelación, se puede “intervenir” si así se precisa, para reordenar el sistema, utilizando frases reparadoras o gestos corporales que el facilitador de la constelación, pedirá a los representantes que realicen en función de cada caso. Es necesario ser conscientes de sus posibilidades y de sus límites para evitar falsas expectativas, confusiones y malentendidos que pueden llevar a esperar de esta herramienta complementaria algo que no puede dar.la dinámica depresiva. Otros logran mirar lo que recibieron. Para ellos, lo que no recibieron pasa a ser menos importante. Sienten que recibieron un regalo. Pueden tomar y tienen para dar. Estar en sintonía con los padres es tomar lo que uno ha recibido y resignar lo que uno pudo recibir. Una verdadera resignación, porque nadie puede reparar lo que los padres no pudieron dar. Es una búsqueda que nos lleva a dar la vuelta olímpica y siempre tropezamos en el mismo lugar.

Padres e Hijos, Stephan Hausner

«Solamente podemos tomar la vida, tal como la recibimos; y la recibimos a través de nuestros padres y sólo a través de ellos la podemos tomar. Y dado que los padres no son perfectos, proyectan hacia los hijos -siempre-, es imposible que lo puedan evitar. Y allí donde los padres proyectan sobre los hijos, los hijos deben salirse, limitarse, abstenerse hasta las últimas consecuencias. Y en este aspecto todos somos iguales: los hijos sólo pueden vivir, cuando permiten que los padres mueran ( *en el sentido terapéutico). Y eso lo saben muchos, pero aguantar eso, sólo lo pueden hacer pocos …

Actitud sanadora frente a nuestros padres: cada uno ha recibido algo de sus padres y a cada uno le falta algo de sus padres. Algunos buscan lo que les falta, pero no lo encuentran porque sólo los padres lo podrían haber dado, pero como no son perfectos no pueden darlo todo. Si se conectan con lo que falta, sienten que la vida les jugó mal. No pueden tomar y no tienen para dar. Esto será presente en la dinámica depresiva. Otros logran mirar lo que recibieron. Para ellos, lo que no recibieron pasa a ser menos importante. Sienten que recibieron un regalo. Pueden tomar y tienen para dar. Estar en sintonía con los padres es tomar lo que uno ha recibido y resignar lo que uno pudo recibir. Una verdadera resignación, porque nadie puede reparar lo que los padres no pudieron dar. Es una búsqueda que nos lleva a dar la vuelta olímpica y siempre tropezamos en el mismo lugar.

Crecemos con la renuncia. Aquel que exige menos, en general, recibe más
Stephan Hausner

FACILITA:

ANNA RAMI

Máster Interuniversitario en Psicología Educativa. Licenciatura en Antropología Social y Cultural. Diplomatura en Educación Social. Formación en Terapia Gestalt en Espai Lúdic. Formación especializada en Arteràpia Gestalt Contemporanea. Formación en Constelaciones Familiares en el Espacio Sistémico y Humanista avalada por la Universidad Multicultural CUDEC (México). Formación en Herramientas Sistémicas para la terapia individual en Espacio Sistémico y Humanista.

Si te interesa revisar o desencallar esos patrones que se van repitiendo en tu vida sin saber porqué, o si quieres revisar alguna vinculación familiar, o situación que te es difícil, apúntate a esta sesión de constelaciones familiares rellenando el siguiente formulario

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