Además, nos sorprendemos enganchad@s a nuestro pasado, creyendo que aquellos tiempos fueron mejores, anclándonos en ideas distorsionadas (acostumbramos a recordar sólo lo bueno).

Sin darnos oportunidad al cambio, desviamos nuestra atención hacia el pasado o el futuro…mientras tanto, nuestro calendario vital, incansable e implacable, ha seguido avanzando sin a penas darnos aviso. Nunca te has preguntado: ¿Qué he estado haciendo durante este tiempo?

El presente, tu día a día, es lo único que te está sucediendo mientras haces otros planes…mientras te resistes a soltar lo que ya no te sirve y te anclas en un tiempo que ya pasó.

El ritmo incesante de tu día a día, te empuja a la acción constante, a la multitarea, al vértigo de no poder/saber parar.

Te invito a que te hagas estas preguntas:

• ¿Estás viviendo o sientes que pasas por la vida?
• ¿Tienes la sensación de estar en tu presente?
• ¿Vives con la consciencia plena de lo que estás haciendo en cada momento, o estás haciendo una actividad y pensando en la que viene a continuación?
• ¿Te reconoces a ti mism@ fuera del momento y obligándote a volver? o lo que viene a ser lo mismo ¿sientes que estás en la parra más a menudo de lo que te gustaría?